Nadia López García, también conocida como Nadia Ñuu Savi, es una poeta y escritora en lengua mixteca. Ella dio voz al personaje de Sofía en la película Itu Ninu. En esta entrevista conversamos sobre la escritura en mixteco y su participación en la película Itu Ninu
¿Cuándo empezaste a interesarte por la escritura en Mixteco?.
Crecí en la frontera norte del país, rodeada de campos de fresas, tomates y pepinos. Mis padres fueron jornaleros agrícolas durante muchos años. Tenía 8 años cuando decidieron volver a Oaxaca, dejando atrás ese lugar desértico y polvoriento, donde se encuentran los campos agrícolas más grandes de nuestro país. Fue entonces cuando entré en un mundo nasal, tonal y glotal, aunque en ese momento no sabía que el mixteco tenía esas características. Empecé a hablar la lengua de mi familia materna y me fascinó. Mis primeros intentos formales de escritura comenzaron a los 17 años, aunque al principio era bastante oral en mi enfoque. Usaba grafías que no existían en el alfabeto mixteco. En mis primeros poemas escribía fonéticamente, como lo escuchaba. Con el tiempo, fui adquiriendo más conocimientos, buscando vocabulario y aprendiendo que debía marcar los tonos en la escritura. Aún sigo buscando la manera de acercarme a las reglas de escritura. Recientemente, se publicó la norma de escritura para la lengua Tu’un Savi.

¿Qué te inspira a la hora de escribir?
Pertenezco a una familia que desde que yo era muy pequeña comenzó una migración. He tenido la oportunidad de estudiar en la universidad, algo muy único entre las mujeres de mi familia. Por muchas generaciones, las mujeres no estudiaban. El deseo de estudiar me ha permitido vivir en varios lugares en México y también fuera del país. Escribo mucho acerca de la migración, acerca de la nostalgia, de estar lejos de casa, del terruño, de dejar a un lado tus paisajes, de dejar de ver a la familia. La migración es una constante en el pueblo mixteco, y eso me motiva a contar estas historias que a menudo están ausentes en la literatura mexicana. Además, me enfoco en las experiencias de las mujeres mixtecas, quienes han enfrentado la resistencia al silencio en un contexto complejo.
¿Qué desafíos enfrentas al escribir en Mixteco?
Uno de los mayores desafíos es la falta de alfabetización en nuestra lengua materna. El sistema educativo tiene carencias con respecto a la enseñanza de lenguas indígenas. A menudo, los maestros que hablan una lengua originaria no pueden brindar apoyo pedagógico en su propia lengua, porque les toca enseñar en otra comunidad, con otro idioma. En mi caso, estudié en una comunidad mixteca donde no había maestros mixtecos, y uno de los pocos que había, tenía la mentalidad de que debíamos aprender sobre el mundo y sus realidades en español.
Otro desafío es cómo socializar y trascender la escritura en nuestra lengua. No debemos limitarnos a publicar libros; debemos compartir la lengua. Muchas veces, los que escribimos pensamos que nuestro trabajo termina cuando se imprime el libro, pero creo que más bien ahí comienza. Algo que he asumido mucho es, más que escribir, hacer talleres. La escritura debe estar conectada con el diálogo y la socialización de la lengua.
Otra complicación es que los apoyos de instituciones gubernamentales para quienes están creando en lenguas indígenas siguen siendo muy escasos. Por ejemplo, las becas de escritura que ofrece el FONCA, en la categoría de lenguas indígenas son de 5 a 7 becas. Estas becas incluyen guion, narrativa, poesía. Es decir, consideran a las lenguas indígenas como una sola categoría. Pero en español, por ejemplo, solamente en poesía se ofrecen 7 becas, en narrativa otras 7, etc. Entonces en realidad hay muy pocos espacios para los escritores indígenas.
También es importante que los escritores en lenguas originarias se encuentren y se apoyen mutuamente. Creo que de pronto nos falta eso, el buscarnos y encontrarnos. La poesía ofrece una posibilidad de resistencia de nuestro idioma ante este mundo capitalista.
¿Qué significa para ti preservar y promover la lengua y cultura Mixteca a través de la escritura?
Promover nuestra lengua y cultura es una forma de desafiar la idea de que las lenguas indígenas son sinónimo de atraso. Nuestras lenguas tienen su propia poética y potencial. Al escribir y compartir mi idioma y cultura, quiero demostrar que la cultura Ñuu Savi (mixteca) también tiene mucho qué aportar. Debemos cambiar la narrativa que nos hizo creer que nuestras lenguas eran menos valiosas y que ser monolingüe era lo mejor. Además, nuestras lenguas se están perdiendo rápidamente, y es crucial mantenerlas vivas.


¿Qué papel juega la tradición oral en tu escritura y cómo la integras en tus obras?
Mi escritura se nutre de lo que escucho, veo y vivo en mi pueblo. Incorporo prácticas colectivas, como la curación de la tristeza, que son parte de nuestras tradiciones. La oralidad es fundamental; debemos dialogar con la palabra y sonorizarla. Muchos de mis poemarios están acompañados de material sonoro para que la gente pueda escuchar la lengua. La oralidad es esencial para mí.
¿Qué opinas sobre el reconocimiento y promoción de las lenguas indígenas en México y en el mundo?
Nuestro país aún tiene mucho trabajo por hacer en términos de apoyo a los creadores en lenguas indígenas. Debería haber más becas y apoyo en lenguas como el mixteco, zapoteco y náhuatl. A nivel mundial, el capitalismo y la modernidad a menudo han visto a los pueblos indígenas como atrasados, lo que es una perspectiva equivocada.
¿Cómo te involucraste en la producción de Itu Ninu?
Me involucré gracias a la invitación de los cineastas Armando Bautista García e Itandehui Jansen, una oportunidad que no esperaba. Fue un reto importante ya que no tenía experiencia previa en esto. Traté de hacer lo mejor posible, no solo en la traducción, sino también en la voz en off. Fue una experiencia bellísima, riquísima y ojalá haya más proyectos así en los que nuestras voces se sigan escuchando.
¿Qué opinas de que esta historia en Mixteco se sitúe en un ámbito urbano en el futuro?
Es hermoso y lógico, ya que la migración mixteca a menudo nos lleva a lugares inesperados. La trama futurista nos recuerda que no estamos lejos de un futuro en el que la comunicación a través de nuestras lenguas será cada vez más difícil. La película también destaca la importancia de preservar nuestras identidades y lenguas en entornos urbanos y desafiantes. Esta película a mí me apasiona por el tema de la migración, pero también hay una metáfora muy bella que se refiere a guardar y procurar las semillas en este futuro donde ya no hay tierra habitable, donde ya no hay cosas que germinen. Estas dos personas guardan sus idiomas, pueden comunicarse y hacer germinar una posibilidad de vida y de comunicación como una cuestión rebelde y alternativa del futuro desolador que les espera. Las semillas, en realidad representan nuestro idioma, nuestras identidades, que son lo único que nos puede sostener.
Pienso en mi propia experiencia en la que me ha tocado vivir en diferentes lugares. A través de saber quién eres, de mantener tu idioma, de mantener férrea tu identidad también logras transitar el caos. Hace muchos años me tocó estar en la India, en Nueva Delhi, en el mercado. Era un caos tremendo, creo que yo escuché diferentes idiomas, como unos siete. En ese momento empecé a pensar en mixteco, y dejé de tener miedo. Sentí que interiormente estaba yo en mi lugar. Es esta la metáfora, que la lengua y la identidad pueden hacer que uno pertenezca a un cierto espacio. Mantener nuestros idiomas aun en los espacios más urbanos y desoladores, tiene que ver una cuestión de resistencia del pensamiento.
¿Qué opinas del personaje de Sofía?
El personaje de Sofía representa la valentía de no temer al otro. Me pareció muy bello pensar que esta pareja comienza a relacionarse a través de su idioma original, y después comienza a tejer lazos de apoyo. Su viaje desde la desconfianza inicial hacia la construcción de lazos basados en la ternura es inspirador. Sofía apuesta por la realidad de la comunidad y comprende que la individualidad no es suficiente para sobrevivir.
¿Qué consejo le darías a jóvenes indígenas que quieren seguir tus pasos en la escritura en su lengua materna?
En primer lugar, desafíen la idea de que nacer mujer es una desventaja. Por muchos años, nos metieron en la cabeza de que nacer mujer era sinónimo de nacer con desventaja. Hasta la fecha en mi pueblo, cuando nace una mujer, es como un sinónimo incluso de pérdida, que significa que va a ir a otra casa a servir. Entonces, es necesario sacudirnos esa idea y luchar mucho. Por supuesto que va a haber trabas, malmiradas, no va a faltar a quien no le guste lo que hacemos. Pero bueno, con peores monstruos nos hemos enfrentado. Así que sigamos.
La segunda es que seamos disciplinadas. De pronto siendo mujeres, habitando en cuerpos femeninos en este mundo, tenemos más complejidades. Muchas de las mujeres que creamos, tenemos todas las labores de cuidado, de limpieza, de sostén de una casa. Aparte trabajamos, aparte damos clases, tenemos muchísimas cosas, y entre todo eso, tenemos que encontrar un tiempo para nosotras para escribir, para leer, para crear. De pronto no es tan sencillo. Entonces, yo diría, sean disciplinadas con lo que quieran hacer, es decir, puede haber miles de cosas que hay que atender… pero yo si me planteé leer todos los días una hora, entonces una hora voy a leer todos los días.
También es importante rodearnos de personas con quienes podemos hacer cosas, quienes nos van a sostener y apoyar. En mi caso mi pareja es fundamental.

¿Estás trabajando en nuevos proyectos?
Estoy trabajando en varios proyectos. Todos tienen que ver con mi lengua y mi pueblo. Entre esos está la publicación de un libro que habla sobre el cuerpo de las mujeres, que siempre ha sido un cuerpo… que incluso parece que ni nos pertenece, por todo el ocultamiento que se hace sobre él. Tiene que ver con el deseo, tiene que ver con esa forma de amor que nos contaron. Es un libro pensado un poco en mis procesos de repensarme, de redescubrirme, desde este cuerpo femenino que habito… desde haberme casado muy chica, desde el ver cómo alguna de las mujeres de mi casa que no se casaron son muy mal vistas, no son casadas, no tienen hijos… entonces, habla un poco de eso, del cuerpo de una mujer en un contexto mixteco. También estoy trabajando mucho en talleres. Ahora mismo, en la semana que viene, comienzo un taller de activismo digital en lenguas indígenas. De ahí se viene otro taller de narrativas nuevas que tiene que ver con escritura, de hecho, algo que tiene que ver con guión, esto está dirigido a personas de pueblos originarios. Doy clases, estudio. Desde hace muchos años colaboro con Jorge Valderrama, que es un músico, compositor, y con quien hemos hecho varias ideas sonoras, en donde entra el mixteco. Tenemos un proyecto, y esperemos salga pronto. Estoy contenta y agradecida con estas invitaciones.

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