Itu Ninu

Conversamos con Itandehui Jansen, directora de Itu Ninu. Itandehui nació en Oaxaca y estudió cine en la Academia de Cine de Ámsterdam. Participó, entre otros, en el Berlinale Talents, el Cine Qua Non Lab, y el Torino Film Lab. Sus trabajos se han mostrado en ZINEBI, SLAMDANCE, el London Short Film Festival, el Bengaluru International Short Film Festival, El Festival Internacional de Cine de Guadalajara, y el Guanajuato International Film Festival.

¿Cómo comenzaste a hacer cine en Mixteco? 

Hace aproximadamente 20 años, me encontraba trabajando en OchoVenado y Seis Mono, un documental encargado por la Secretaría de Turismo de Oaxaca. La actriz que originalmente iba a realizar la voz en off en español tuvo que cambiar las fechas de grabación. Aprovechando la disponibilidad del estudio de grabación, se me ocurrió que mi madre podría hacer la voz en off en Mixteco. Esto fue el primer intento de hacer un trabajo de cine en Mixteco. Después creamos juntas el documental El Rebozo de Mi Madre, que retrata la comunidad de Chalcatongo de Hidalgo, de donde mi madre es originaria. Desde entonces, he dirigido una variedad de cortometrajes, documentales y largometrajes, la mayoría parcial o completamente en Mixteco. Yo no hablo Mixteco realmente. Puedo decir: “Cómo está?”, “¿Adónde va?”, “Estoy muy bien”, “Nos vemos más tarde”. Conozco palabras y frases cotidianas, pero no puedo sostener una conversación más elaborada. Esto siempre me ha causado cierta tristeza. Por esta razón, hacer cine en Mixteco se ha convertido en una forma de reconectarme con la lengua y con la comunidad Mixteca.

¿Cómo surgió la idea para Itu Ninu?

Durante la pandemia en 2020, comencé a desarrollar una historia que expresara la sensación de aislamiento causada por el confinamiento. Ésta se concentraba en un personaje que llegaba a una casa manejada por un sistema de inteligencia artificial. Con el tiempo, la historia evolucionó y se centró más en los posibles efectos del cambio climático. Descubrimos que el barrio en el que actualmente vivimos podría inundarse en los próximos 30 años debido al calentamiento global. Consideramos importante abordar este tema y expresar en la película el sentimiento de pérdida causado por las alteraciones en nuestro entorno natural. Además, otras ideas se unieron al proyecto, como la sugerencia de un político en el Reino Unido de monitorear a los refugiados con dispositivos de rastreo, una idea que me pareció tan distópica que la incorporamos a la trama.

En películas anteriores, como “El Rebozo de Mi Madre”, “El Último Consejo” y “Tiempo de Lluvia”, la comunidad está muy presente y es parte esencial de la historia. ¿Por qué en Itu Ninu la comunidad no está presente de la misma manera?

Itu Ninu es una película que explora un futuro distópico, sombrío y casi sin esperanza. Para mí la distopia sería justamente la ausencia de comunidad y la pérdida de los vínculos afectivos con otros seres humanos y con la naturaleza. Por esta razón, los personajes en la película se encuentran muy aislados y en un espacio completamente urbano, sin elementos naturales. Los enfoqué de manera que parecieran estar solos, incluso en espacios donde, por el sonido y el ambiente, se podría inferir que hay más personas. La búsqueda de una especie de comunidad se convierte en la utopía que da sentido a la existencia de estos personajes.

¿La película se inspiró en otros trabajos cinematográficos?

Mientras trabajaba en Itu Ninu, estudié diversas películas que tenían un impacto medioambiental limitado, incluyendo obras de Agnès Varda y Nicolás Pereda, entre otros. Una referencia más explícita proviene de algunas escenas de la película La Doble Vida de Verónica de Kieslowski, donde Verónica, la protagonista, sostiene una esfera de cristal y observa el mundo a través de ella. Esta imagen me pareció una hermosa metáfora de cómo considerar que hay otros mundos posibles, dependiendo de nuestra perspectiva. En este momento, es relevante que busquemos imaginar futuros en los que logremos limitar el calentamiento global, prioricemos los lazos afectivos con nuestro entorno natural y busquemos un mundo más justo. La esfera en Itu Ninu se refiere a eso, a permitirnos imaginar otros futuros posibles.

¿Estás trabajando en nuevos proyectos?

Actualmente, estoy escribiendo un guión junto a Armando Bautista García para una película ambientada en la época precolonial que será completamente en Mixteco. Es un proyecto complejo por diversas razones, pero me emociona contar la historia desde la perspectiva de una mujer Mixteca. Además, durante el verano tuve la oportunidad de participar en un retiro de guión en Mallorca con varios mentores, entre ellos Gyula Gazdag del Sundance Institute, y Savina Neirotti del Biennale Cinema College, lo que me ha ayudado mucho a avanzar en este proyecto.